Nuestro trabajo es o bien ignorado o visto como un milagro.
Nos ignoran hasta que alguien nos necesita.
Si le decimos a alguien que haga algo, lo tenemos que grabar literalmente en piedra o se olvidarán de ello.
Nos culpan de todo lo malo que pase y nos rezan cada vez que alguien la fastidia y necesita salvación.
Hablamos el lenguaje de la creación, creando los deseos de los usuarios de la nada absoluta, a menudo sin siquiera detalles de esos deseos.
Todo el mundo piensa que lo puede hacer mejor que nosotros pero prefiere quejarse en lugar de ayudar.
Tenemos suerte incluso de conseguir dinero de la caridad.
Nos creemos omniscientes.
En el fondo, todo el mundo está un poco asustado de nuestro juicio.
Traducción libre de un comentario de Michichael